Imagen tomada de wedo.org |
Un sabor agridulce con un toque de amargo es lo que deja la COP 18 a los que nos preocupa el tema del cambio climático. Muchos días (incluso uno más de lo previsto), muchas horas, mucha saliva lo invertido en las negociaciones y un resultado gris.
La buena noticia es que el Protocolo de Kioto tendrá una segunda oportunidad con la cual se pretende reducir las emisiones de forma sistemática de aquí al 2020. La mala noticia es que una vez más ganaron los intereses económicos y la mano dura de las naciones poderosas y ni China ni Estados Unidos se sumaron a la continuación del Protocolo mientras que Canadá, Rusia, Nueva Zelanda y Japón optaron por retirarse.