Foto: "Desert rider" por Meena Kadri |
Hace muchos años alguien decidió usar el motor diesel de una bomba de riego agrícola para crear un pequeño vehículo el cual fue bautizado con el nombre de "Jugaad". Sin duda, este no fue el vehículo más rápido, ni el más seguro, pero se hizo popular por barato y hoy los vehículos de este tipo solucionaron los problemas de transporte y carga de la población rural de la India.
Solemos creer que la innovación debe estar en manos de los científicos pero los hindúes creen que debe de estar en manos de la gente común: campesinos, amas de casa, estudiantes; la innovación debe provenir de quien la necesite. Esta idea se ha extendido convirtiéndose en un principio rector de la vida hindú y el término "Jugaad" se usa hoy para referirse no sólo a sus simpáticos vehículos, hoy se define como la improvisación creativa con recursos limitados.
Hoy la práctica constante del "Jugaad" es reconocida como uno de los elementos claves de la economía de la India y además, de forma global, como una de las estrategias más eficientes para luchar en contra de la obsolescencia programada.
En el artículo que titulé "De Betamax a WiFi" hablé un poco de cómo la tecnología nos trae cada vez más rápido un artículo mejor (o al menos eso dicen) que el que tenemos y poco a poco vamos convirtiendo artículo útiles en chatarra. Por otro lado, muchos artículos que compramos resulta que duran poco y cuando intentamos que sean reparados es más cara la refacción que un producto nuevo; esta es la estrategia conocida como obsolescencia programada la cual fue creada para promover el consumismo y activar la economía de los países.
Efectivamente hay que consumir para mover la economía de un país pero bien dicen: "ni tanto que queme al Santo, ni tanto que no lo alumbre" y es aquí donde el "Jugaad" nos permite hacer uso de nuestra creatividad para convertir el viejo monitor de televisión en un macetero, para hacer una armario con el refrigerador en desuso, para hacer joyería con lo que hoy creemos es basura, para buscar las piezas necesarias (que puede ser un simple resorte o una resistencia) para reparar el tostador de pan. Aquí es donde tienen cabida emprendedores que diseñan las mismas piezas, los mismos artículos en una versión local más barata e igual de eficiente.
Creo incluso que las escuelas deberían organizar certámenes o ferias anuales basadas en esta práctica; año con año los estudiantes deberían crear un proyecto bajo los principios del "Jugaad".
A lo hindúes esta práctica no sólo les ha traído beneficios en su vida cotidiana, les ha permitido además estimular la producción local de todo tipo de cosas y les ha permitido comprobar que ellos pueden, gracias a su ingenio y perseverancia (junto con otras estrategias nacionales), incursionar en el sector que se les ocurra y qué mejor ejemplo que "Bollywood", su propia industria cinematográfica que hoy genera alrededor de mil millones de dólares al año.
Jugar a "Jugaad" es bueno para el ambiente, para la sociedad, para la economía local, para estimular la innovación y para nuestros bolsillos.
Y hablando del tema...
Cambien el cine o el videoclub una de estas noches por este documental, vale la pena y les contará paso a paso la historia de la obsolescencia programada (Duración 52:18 min)
Y hablando del tema...
Cambien el cine o el videoclub una de estas noches por este documental, vale la pena y les contará paso a paso la historia de la obsolescencia programada (Duración 52:18 min)
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