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viernes, 2 de septiembre de 2011

Intercambio de canicas

Foto: Luis Beltrán
A los que nos gustaba jugar canicas en la primaria sabíamos que podíamos obtener una 'bombocha' a cambio de dos o tres 'agüitas'; los coleccionistas de los álbumes de Panini podían canjear la estampa estelar por un montón de las de catálogo y todos acostumbrábamos cambiar el contenido de nuestra lonchera por el del amigo de junto; la comida preparada por otras manos, ajenas a las de nuestra madre, siempre resultaba más apetitosa. En fin, intercambiábamos, cambiábamos, prestábamos y compartíamos.

Luego crecimos y comenzamos a optar por comprar en vez de intercambiar, por comprar en vez de pedir prestado y de nuevo por comprar en vez de alquilar o compartir. El trueque se fue de nuestra vida y hasta de nuestro vocabulario; se convirtió en un término que sólo usamos para narrar como era el comercio prehispánico.

¿Y te has puesto a pensar todo lo que podrías obtener hoy a través del trueque? Además de objetos, servicios y hasta bienes inmuebles, sin duda, con el trueque puedes obtener ahorros, tiempo y espacio libre y hasta nuevos amigos.

Seguro te preguntarás, considerando que ya no asistes al recreo de ninguna escuela, ¿dónde puedes intercambiar cosas? Pues bien, en primer lugar están los mercadillos ocasionales que se organizan en algunas ciudades precisamente con esta finalidad: revivir el trueque; también están las redes sociales y páginas de internet dedicadas a esto. Pero sin duda la mejor forma de intercambiar es con tus familiares y amigos; piénsalo por unos minutos: la amiga que hace deliciosos pasteles puede hacer uno para la hija de su amigo el dentista que a cambio del pastel le dará esa consulta que tanto necesita; o bien, ese vestido de gala olvidado en el armario puede ser cambiado por algunas películas que nos has visto o tal vez por un electrodoméstico que necesitas y que a alguien más le sobra.

¿Y qué decir de la permuta de casas para vacacionar? ¡Vaya hasta Cameron Diaz y Kate Winslet lo hicieron en la película de "El Descanso" ("The Holiday", 2006)! También puedes cambiar la cuna del bebé que ya creció o su pequeño triciclo por algún objeto que unos padres primerizos tengan que tú necesites y ellos prefieran entregar a cambio de el equipo necesario para el pequeño niño.

Tener una visión sustentable de la vida cotidiana significa en gran medida dejar de consumir tanto; así que el trueque cabe muy bien en este principio pero también cabe el préstamo, ¿cuántas veces has comprado algo que sólo has usado una vez o una corta temporada? por ejemplo: una batidora, un vestido de noche, una corbata de seda, una bañera para bebé recién nacido e incluso una película que sólo vez una vez. ¿No sería mejor pedirlo prestado?

Antes de comprar y comprar:
  • Piensa si algún familiar o amigo te pueden prestar o cambiar eso que necesitas.
  • Lleva tus enseres que no usas a un mercadillo de trueque o anúncialos en una red social; seguro que encuentras alguien interesado en cambiarlos.
  • Detente a pensar si es imprescindible.
Además, considera seriamente:
  • Organizar con tus amigos un evento periódico de trueque y/o venta de objetos de segunda mano.
  • Mantener con algunos amigos una red permanente de intercambio de servicios.
  • Organizar un "vídeoclub" casero, hagan una lista de las películas que cada quien tiene en casa y diseñen un sistema de préstamo.
  • Permutar casas para vacacionar.
Cuanto más te centres en vivir, menos cosas necesitarás y las que necesites no necesariamente hay que pagarlas con dinero constante y sonante. Aún en la edad adulta tienes muchas canicas que intercambiar.



1 comentario:

  1. En gringolandia existe un sitio dedicado al trueque comunitario, se llama freecycle.org. Estaria padre que algo asi se organizara en Mexico.

    Saludos!

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