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viernes, 2 de diciembre de 2011

Un café justo a la medida

Foto: YoungToymaker

Beber café es esencial para muchos de nosotros; nos ayuda a despertar, nos inspira al trabajar, nos acompaña en una buena charla o simplemente nos da una agradable pausa en el día. Algunos lo preferimos así tal cual sale de la cafetera; otros prefieren agregarle leche y hay quien es fanático de las especialidades: capuchino, moka, con licores, frío, helado o hasta en grano cubierto de chocolate.

Lo que nunca nos ponemos a pensar al comprar café es si lo preferimos justo o injusto; sí, así como se lee; hay café justo con los productores y café que en el camino hasta tu taza dejó a muchos lastimados y por supuesto cada día más pobres.

Organizaciones no gubernamentales como SETEM que han dedicado su trabajo a erradicar las injusticias sociales han encontrado que la producción del café la mayoría de las veces es sinónimo de explotación; y para muestra basta un botón: esta ONG estima que por cada taza de café que bebes sólo el 2% se destina al productor mientras que el tostador y distribuidor se queda con el 65%; el resto se reparte entre el transportista y el punto de venta final. Así que si por una kilo de café pagas 10 dólares el productor recibirá 20 centavos.

Después del petróleo, es el café el negocio que más dinero mueve en el mundo y como en muchas otros productos son seis las empresas que acaparan el mercado: Kraft, Nestlé, Procter and Gamble, Sara Lee, Tchbo y la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia. Salvo la última, ninguna es una empresa cuyo origen sea un país productor pues la receta para este millonario negocio es más simple que preparar una taza de café instantáneo: empresas poderosas del norte le compran a pequeños productores del sur el café a precios ínfimos, en ese mismo país lo procesan pagando salarios muy bajos a los trabajadores y luego lo envían a todo el mundo con un precio cuyo margen de ganancia llega a ser inverosímil.

En respuesta a esta penosa forma de hacer negocios los productores con el apoyo de organizaciones internacionales y locales han trabajado en ofrecer al mercado café justo que llega a pagarle hasta el doble a las familias productoras. El proyecto es cada vez más exitoso; en México por ejemplo se estima que 50 mil familias viven ahora de mejor forma gracias a la producción de café justo. Datos similares se reportan en los principales países productores: Brasil. Vietnam, Colombia, Indonesia, Etiopía, la India.

Siempre habrá oportunistas y hace algunos años hubo un escándalo cuando Kraft anunció café ético sin ser café de comercio justo; confundiendo así a los consumidores. Starbucks también ha sido muy criticado pues pese a ofrecer café de comercio justo en muchos de sus locales, la empresa se ha caracterizado por el dispendio de recursos naturales, por su agresiva estrategia de expansión que ha llevado a la quiebra a muchos negocios locales y por sus injusticias laborales.

Nosotros podemos ser parte de la solución a esta cadena de injusticias; si todos prefiriéramos café justo y exigiéramos su comercialización al final no habría remedio: o le pagas bien a los productores o estás fuera del mercado; así que la próxima vez que compres café en grano o ya preparado prefiere el de comercio justo, además de encontrarlo en tiendas solidarias también lo puedes conseguir en los anaqueles del supermercado, algunas marcas que tienen este sello en Iberoamérica son: Bruno, Tarrazó, Civit, Filosofía Q, Ideas, Intermon Oxfam , Los Portales de Córdoba, Cornella, Aldea Coffee, Café La Selva, Mocay y el famoso café Britt (con todo y sus granitos cubiertos de chocolate).

Frío o caliente, cortado o solo, grande o pequeño, en taza o en vaso... pero justo a la medida de los productores.

Y para cerrar bien, está buena publicidad de café justo:


4 comentarios:

  1. Buen post. Hay otras alternativas de comercio justo y sostenible aunque no cuenten con el sello fair trade, que está muy bien. En el café cada vez se utiliza mas el comercio directo, un forma muy interesante que fomenta la calidad y un comercio mucho mas equitativo. http://infusionistas.com/cafe/relaciones-comerciales-en-busca-de-la-excelencia/

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  2. Si mi memoria no falla al menos en este tema, el comercio justo busca que el productor obtenga, al menos, 15% del precio pagado por el consumidor.
    Comprar café justo en un país importador puede ser relativamente fácil, se debe buscar un distribuidor y una marca certificada. ¿Qué podemos hacer en países productores? Comprar café importado con certificación no me parece buena idea.

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  3. En los países donde se produce lo ideal es comprar el café en tiendas o expendios donde lo venden los productores nacionales directamente a través de cooperativas

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