Al alcance de todos

Mejores decisiones, consumo responsable, menor impacto ambiental, vida saludable y mucho más sin que esto signifique un esfuerzo agotador. ¡Bienvenidos!

viernes, 23 de diciembre de 2011

Costosas tradiciones


Algunos celebran la navidad por el significado religioso; otros más porque su familia lo ha hecho por años y otros porque no queda de otra; para allá va la corriente y hay que subirse al barco. El Año Nuevo es celebrado por más gente con más ánimo, más pirotecnia y mucha comida acompañada por supuesto por litros de bebidas.

Romeritos, bacalao, pavo y ensalada navideña para los mexicanos; lechón o cordero para los Uruguayos; cochinillo, turrón y peladillas no pueden faltar en las mesas Españolas; Panettone en todas las mesas italianas y por herencia en las Argentinas y Uruguayas, hay lechona y tamales en las casas Colombianas y casi todos los Estadounidenses disfrutan al menos una rebanada de "fruit cake". Para el Año Nuevo las mesas de casi todos los países lucen relucientes las tradicionales 12 uvas. Toda esta tradición se ha convertido en los últimos años en el billete ganador de la lotería de miles de comercios que abusan del respeto a las tradiciones para vender los productos más caros que nunca.

Hace algunos años en casa, en unos minutos de sinceridad, nos dimos cuenta que a unos nos nos gusta el bacalao y otros simple y sencillamente detestan el pavo; pensamos además que una fiesta es para disfrutarse y que una buena forma de hacerlo es comiendo los platillos favoritos de la familia sin importar lo que la tradición indique.

El resultado ha sido espectacular, año tras año hemos comido delicioso, hemos gastado mucho menos, nos hemos divertido inventando nuevas creaciones culinarias o dinámicas navideñas en torno a la comida. Un año por ejemplo elegimos hacer pescado a la leña así que montamos un asador de leña y allá fueron a parar varios pescados; la fiesta giro en torno a la improvisada fogata, sin elegante mesa puesta, sin costoso pavo en el horno y disfrutando mucho de lo que habíamos preparado en familia. Otra navidad acampamos en el jardín de la casa de un tío, comimos un poco de todo, nada complicado y cantamos con guitarra en mano.

Las tradiciones sin duda son hermosas y hablan de quienes somos como pueblo pero su hermosura se desvanece cuando deterioran la economía de muchos y cuando son la causa de la promoción de un sistema consumista que aprovecha la ocasión para como se dice en México "hacer su agosto en un diciembre". Cada familia puede ser dueña y creadora de sus propias tradiciones navideñas; no es necesario llenar de regalos el pie del árbol, ni poner en la mesa la comida que dictan las costumbres, ni gastar millones en luces que adornen los jardines y ventanas; el espíritu de estas fiestas, el gozo de las mismas y su significado primario no necesitan ninguna parafernalia para existir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...