Al alcance de todos

Mejores decisiones, consumo responsable, menor impacto ambiental, vida saludable y mucho más sin que esto signifique un esfuerzo agotador. ¡Bienvenidos!

viernes, 12 de agosto de 2011

Un material seductor

Foto: El Gran Dee

Isopor, duropor, telgopor, estereofón, poliespuma, poliespán, unicel, espuma plast o formalmente poliestireno expandido; el material es el mismo y llegó hace algunas décadas para transformar el mundo del empaque y lograr lo que ninguno podía entonces: conservar la temperatura de los alimentos por más tiempo e impedir el crecimiento de microorganismos. Hoy es un material que encontramos por todos lados y que cuando menos lo esperamos ya está en nuestras manos.

Este bondadoso y popular material es resistente a la humedad, tiene gran capacidad para absorber impactos, es aislante térmico y acústico, no se pudre y está exento de ser atacado por moho u hongos pero tiene un pequeño problema: cuando se convierte en basura puede tardar en descomponerse hasta 500 años.

Si bien se trata de un producto reutilizable y reciclable la verdad es que en pocos países del mundo estos procesos son una realidad; en otros países el material es incinerado pero en casi toda Latinoamérica el poliestireno va a parar a los tiraderos de basura, rellenos sanitarios, vertederos o como quiera que sea y ahí es enterrado iniciando un proceso de degradación lentísimo.

En otros casos peores, el poliestireno va a parar a ríos, lagos y océanos donde se deshace en pequeñas bolitas que son ingeridas por los animales confundiéndolo con alimento. Y si nos vamos un poco más atrás en el ciclo de vida de este producto resulta que su proceso de producción es altamente contaminante pues se producen CFC's que son aquellos diablillos que retiraron hace un tiempo de los aerosoles por descubrir que dañaban la capa de ozono. Y de remate, si se nos ocurre meterlos al horno de microondas pues producen dioxinas y furanos: los reyes del cáncer.

Sin duda es nuestro deber dejar de consumir tanto poliesireno expandido como lo hacemos hoy en día; es malo para el ambiente, es malo para la salud. Reducir nuestro consumo no será tan complicado si seguimos estos consejos:
  1. Evita comprar carne empacada en charolas de poliestireno expandido; prefiere los empaques al vacío o en recipientes de plástico reciclable.
  2. No compres frutas y verduras empacadas con este material; es un lujo innecesario.
  3. Borra de tu lista de compras las sopas de vaso instantáneas; además de que están empacadas en vasos de poliestireno expandido son un alimento de baja calidad y poco nutritivo.
  4. Prefiere los establecimientos donde venden café para llevar u otra clase de bebidas calientes en vasos de cera reciclables; y si es posible lleva tu propia taza o termo; algunos sitios te ofrecerán incluso un descuento por evitar el uso de productos descartables.
  5. En tus fiestas evita todo lo que se fabrica de este material: platos, vasos, adornos, recuerdos y mucho más (hay muchas alternativas, lee Fiestas modernas: del rosa al verde en este mismo blog).
  6. Si acostumbras comprar comida para llevar prefiere los sitios donde dan empaques reutilizables o reciclables y si es posible lleva tu recipiente propio.
Ser un consumidor responsable necesita a lo mejor de cinco minutos más de reflexión en cada compra pero al final todos salimos ganando; todo parece indicar que el poliestireno es tan nocivo como bondadoso así que piénsale un poco antes de caer en las redes de este seductor material.

1 comentario:

  1. Que desastre, 500 años es muchísimo tiempo. Suelo comprar champiñones y vienen siempre en bandejas de poliestireno, y alguna vez carne y tambien viene en este tipo de bandejas. Nunca habia pensado en cuánto contamina, por que lo tiro al contenedor de reciclar, pero si, no mola.

    Jon.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...