A la pesca del Mercurio

Foto: Wikimedia commons 

Mercurio es el primer planeta de nuestro sistema solar pero es también el elemento químico número 80 de la tabla periódica, un metal pesado el cual muchos de nosotros hemos tenido entre nuestras manos dentro de un fino tubito de vidrio llamado termómetro. 

Así es, el mercurio de símbolo químico Hg y cuyo nombre quiere decir plata líquida, es ese extraño líquido metálico que tiene la propiedad de dilatarse o contraerse con los cambios de temperatura pero es también un elemento sinónimo de riesgo para nuestra salud y el medio ambiente. 

Hoy hablaremos de este misterioso elemento aprovechando que en Ginebra se discute sobre una convención internacional que pueda prohibir el uso del mercurio. 

Una de las reservas más grandes de mercurio como mineral están en España y es ahí justamente donde hace unos días de desató un escándalo en la planta de “Asturiana de Zinc” mejor conocida como Azsa al encontrar a más de 50 trabajadores intoxicados por este metal. La mayoría de los casos son envenenamiento por inhalación. 

Este elemento es más un ermitaño que un villano pues en estado natural, así solito, no es tóxico, pero sí lo es cuando cambia de forma dentro de la naturaleza o bien al formar compuestos después de un proceso industrial. Su villanía una vez que es sacado de su estado natural no tiene límites y tienen incluso el potencial de causar mutaciones en fetos. Además, la exposición a niveles altos de mercurio puede perjudicar el cerebro, el corazón, los riñones, los pulmones, y el sistema inmunológico. 

El mercurio es utilizado para fabricar baterías, plaguicidas, desinfectantes e instrumentos de medición como barómetros (medidores de presión) y termómetros. 

Si nosotros no somos trabajadores de una industria que usa mercurio como materia prima tal vez no deberíamos de preocuparnos por estar expuestos a este metal sin embargo, la mala noticia es que este llega a nuestros organismos a través de nada menos y nada más que…¡los alimentos! 

Resulta que los desechos de mercurio como los de otras muchas cosas terminan en el agua y ahí se encuentran con los peces los cuales tienen gran capacidad de absorberlo y mantenerlo dentro de su organismo incluso cuando están fritos, horneados, sazonados y servidos en nuestro plato. 

Peces espada, tiburones y atunes frescos son las especies que más mercurio acumulan y cómo pueden ver son también especies de alto consumo humano. Antes de que cunda el pánico valga la pena aclarar que para morir por envenenamiento de mercurio tendríamos que desayunar, comer y cenar peces contaminados con muchísimo mercurio, de hecho pescados justo donde desecharan agua contaminada, durante un largo periodo de tiempo. 

Sin embargo, la ingesta de pescados y mariscos contaminados con Hg pueden perjudicar a un bebé que no haya nacido o puede afectar adversamente el sistema nervioso en vías de desarrollo de un niño pequeño. En EUA, la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA), aconsejan a las mujeres en edad fértil, las mujeres embarazadas, las madres lactantes y los niños pequeños que eviten comer algunos tipos de pescado y que coman pescado y mariscos bajos en mercurio. 

Evidente y lamentablemente cuando vamos al mercado, supermercado, almacén, pescadería o donde hagamos nuestras compras no encontramos un letrero que diga: “Pescado bajo en mercurio, cómalo con confianza”; tampoco existe un mágico aparatito portátil que nos permita medir los niveles del metal en los productos que pensamos comprar así que lo mejor es seguir las siguientes recomendaciones: 

1. No comas carne de tiburón (conocido comúnmente como cazón), pez espada, caballa, o lofolátilo (blanquillo o tilefish) porque contienen altos niveles de mercurio. 
2. Limita el consumo de pescados y mariscos a 300 gramos, dos veces por semana. 
3. Los pescados y mariscos bajos en mercurio son camarones, el atún enlatado claro, el salmón, el abadejo, el pez gato o bagre, tilapia, merluza, calamar, truchas, sardinas, vieiras y almejas (una lista completísima la encuentras aquí) 
4. Cuando comas productos pescados por ti mismo, familiares y amigos, investiga sobre los niveles de mercurio detectados en especies que habitan el lugar donde se pescó tu comida. 
5. A los niños pequeños sírveles porciones pequeñas. 
6. Toma en cuenta que la mayoría de las figuritas, nuggets y palitos de pescado están elaborados con pescados con bajo contenido en mercurio. 

La presencia de mercurio en pescados y mariscos no es como para que iniciemos una campaña de pánico y enviemos a todos nuestros contactos un mensaje con un dibujo de un pez dentro de un frasco de veneno pero sí es un tema del que hay que saber. Esta información permite además opinar sobre la prohibición en el uso de mercurio que hoy se negocia en Ginebra.