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lunes, 10 de diciembre de 2012

¿En qué acabó la COP 18?

Imagen tomada de wedo.org

Un sabor agridulce con un toque de amargo es lo que deja la COP 18 a los que nos preocupa el tema del cambio climático. Muchos días (incluso uno más de lo previsto), muchas horas, mucha saliva lo invertido en las negociaciones y un resultado gris.

La buena noticia es que el Protocolo de Kioto tendrá una segunda oportunidad con la cual se pretende reducir las emisiones de forma sistemática de aquí al 2020. La mala noticia es que una vez más ganaron los intereses económicos y la mano dura de las naciones poderosas y ni China ni Estados Unidos se sumaron a la continuación del Protocolo mientras que Canadá, Rusia, Nueva Zelanda y Japón optaron por retirarse.

¿Qué significa esto? En primer lugar que cinco de los diez países más contaminantes no firmaron nada y se fueron a su casa (tal vez en una 'Hummer' 4x4) tan felices y campantes como llegaron a Doha. Al menos, por misericordia, hubieran ahorrado las emisiones de carbono de su inútil viaje en avión hasta la lejana nación de medio oriente.



Fuente: Wikipedia

Después, está el cínico y amargo hecho de que las naciones que crecen a pasos agigantados como China no están dispuestas a comprometerse seriamente en la reducción de emisiones porque las medidas que tendrían que adoptar desacelerarían su frenético crecimiento; han elegido crecer rápido y agresivamente y pagar el precio de su gigantismo precoz: desorden, injusticia social, contaminación, degradación.

Por otro lado tenemos al siempre omnipresente, omnipotente y 'omniegoista' Estados Unidos de América que no sólo se niega a reducir sus emisiones, sino que continúa promoviendo en su nación y en las que se dejen el hiperconsumo, el 'use y tire', el debut de automóviles capaces de devorar en 100 km una cantidad inimaginable de combustible y el diseño de ciudades extendidas con suburbios que envían a miles (o millones) de habitantes a recorrer muchos kilómetros de ida cada mañana y los  mimos de vuelta cada tarde.

Las voces más acalladas en las negociaciones, las que por alguna razón suelen escucharse como tímidos murmullos suelen ser las de los países en vías de desarrollo; ahí se cuentan pequeñas islas que son las primeras en pagar las consecuencias del cambio climático al tener que soportar cada vez más feroces huracanes, ciclones y temporales; están también las naciones que por si solas contaminan poco pero que para crecer tienen que pagar el precio de ser el patio industrial de las naciones ricas y los países pobres donde una lluvia torrencial no significa sólo un caos vial, significa damnificados, hambre e insalubridad.

Me preguntaban hace unos días que qué podíamos hacer nosotros ciudadanos de carne y hueso además de quejarnos o lamentarnos, lo he pensado mucho y no tengo una respuesta perfecta pero sí un pequeño decálogo que tal vez si muchos siguieran podríamos hacer la diferencia:

  1. Cree en el cambio climático; no es un invento para distraernos de pruebas atómicas realizadas en un mar perdido, ni es una visión fatalista de unos cuantos locos. Es un hecho estudiado y documentado y si bien no se sabe cuánto es nuestra culpa y cuánto es el destino sí se sabe que al menos ahora contribuimos más a calentar el planeta que hace 100 años.
  2. Haz al menos un propósito de reducción de emisiones en tu vida cotidiana que en verdad puedas cumplir; idóneamente puede ser dejar de usar por completo el auto pero optar por transporte público una vez a la semana también ayuda. Practicar la filosofía de 'lunes sin carne', tender al sol en vez de usar secadora de ropa o comprar más productos naturales y locales que industrializados  y/o provenientes de lugares a muchos kilómetros de tu hogar son otras prácticas que pueden ayudar.
  3. Investiga si en tu país o región existe un plan o programa de adaptación y/o mitigación al cambio climático; consíguelo y léelo. Si no existe tal documento escribe una carta a tu Ministro, Secretario o funcionario responsable pidiéndole que te informe al respecto. Muchas cartas (la mayoría) no obtienen respuesta pero los gobiernos comienzan a darse cuenta de que los ciudadanos saben, conocen y exigen.
  4. Cambia al menos cinco bombillas de luz de tu casa por ahorradoras.
  5. Elige tres productos que compras rutinariamente y busca una alternativa a estos productos que genere menos basura o bien que mejor genere sólo basura orgánica; por ejemplo: cambia jugo en caja por jugo natural, pan empacado por pan comprado en la panadería, carne empacada en charolas de poliestireno expandido por carne sólo en una bolsa.
  6. Mantén los neumáticos de tu coche bien inflados, dale mantenimiento continuo y olvídate de los acelerones inútiles y de alto consumo de combustible (además recuerda que suelen ser una forma en la que los adultos hacemos un berrinche).
  7. Cada año: siembra un árbol.
  8. En la medida de lo posible cambia tus electrodomésticos por alternativas de bajo consumo. Infórmate sobre los planes de financiamiento que ofrece tu gobierno en ese sentido; siempre los hay.
  9. No adquieras bienes inmuebles en zonas de riesgo (barrancas, tierras susceptibles a deslizamientos, terrenos a menos de 50 m del mar) y evita vivir en zonas muy retiradas del centro de tu ciudad, sólo promoverás el crecimiento desmedido de la mancha urbana y tendrás muchos kilómetros de distancia que llenarás de emisiones día a día.
  10. Divulga lo que sepas y vayas aprendiendo sobre cambio climático, presiona a las autoridades por acciones concretas. Si te cuesta hacerlo sólo, únete a uno de los miles de grupos y organizaciones que luchan día a día contra el cambio climático desde diferentes trincheras.
Si nos convertimos en ciudadanos informados, conscientes y exigentes no nos preocupará más en qué acaba una COP porque tendrá el final que nosotros queramos que tenga.

2 comentarios:

  1. Gracias por la visión que has aportado, yo estaba en un mar de dudas, por la cumbre, y no habia podido seguirla.
    Enhorabuena

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  2. Como siempre valioso tu comentario, con analisis, objetividad, y además propuestas concretas para aportar nuestro granito de arena a tan lamentable situación. Saludos!

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