El sueño de cualquier bacteria

Foto: Simón Sánchez Sotomayor

Todo parece indicar que es el cuarto de baño donde somos capaces de generar un considerable impacto nocivo al ambiente; por un lado, consumimos grandes cantidades de agua, combustible y hasta papel y por otro generamos desechos de todo tipo incluyendo aguas jabonosas y a veces mucha, mucha basura la cual podría reducirse drásticamente cambiando alguna antiguas y no muy buenas costumbres.

Al cesto de la basura del baño van a dar desde pañales desechables hasta cabello pasando por botellas de plástico, pañuelos desechables, empaques de todo tipo y en algunos casos papel higiénico usado. Es precisamente de este escabroso (y escatológico) tema que he de hablar un poco hoy no sin antes hacer la evidente sugerencia de que en su baño prefieran papel ecológico, usen cosméticos naturales, moderen el consumo de agua y separen la basura.

La mayoría de las marcas de papel higiénico que hoy en día se comercializan en casi cualquier parte del mundo son en primera instancia biodegradables y además tienen la propiedad de deshacerse a gran velocidad al entrar en contacto con el agua. Hace un tiempo la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor (PROFECO) realizó un estudio de calidad a 56 modelos de papel de baño y uno de los aspectos que evaluó fue precisamente ese, qué tan rápido se desintegra el papel al entrar en contacto con el agua. Los resultados son muy buenos, salvo para las marcas Charmin y el modelo Clásico Jumbo Manzanilla de Pétalo; el primer de estos reportando un resultado peor que deficiente pues el tiempo de desintegración es demasiado alto.

¿Qué significa esto? Pues simple y sencillamente que aquello de que no hay que arrojar el papel higiénico al inodoro para evitar que éste se tape o que todas las tuberías se obstruyan no es más que una leyenda urbana que surgió tal vez cuando las redes de drenaje no eran tan buenas y el papel no se desintegraba.

Esto sin duda no justifica el consumo desmedido de papel de baño pues vale la pena precisar que la industria responsable de su fabricación consume una gran cantidad de bosques y energía así que usarlo con moderación y enseñar a los niños a usar sólo el necesario es esencial.

Volviendo al tema del destino final del papel usado tengo que decirles con tristeza (y un poco de horror) que colocar el papel usado en el cesto de basura en vez del inodoro tiene una gran cantidad de efectos negativos:

1. En primer lugar aumentamos el volumen de los residuos que generamos incrementando el trabajo y el costo de su adecuado tratamiento.
2. Si además no separamos la basura probablemente compliquemos el reciclaje al ensuciar lo que se podía rescatar.
3. El olor del cuarto de baño suele ser muy desagradable cuando los botes están llenos de papel usado.
4. El papel higiénico usado es el hogar ideal de un sinnúmero de bacterias entre las que destaca una familia muy agresiva llamada Enterobacterias las cuales viven en las heces fecales y que pueden provocar desde una simple e incómoda diarrea hasta una fiebre de tifoidea e incluso disentería.

Si insistes en creer que el papel de baño tapa los inodoros pues tienes que saber que las heces fecales son más densas, se desintegran más lentamente y su volumen es mayor así que es más probable que eso fuera el causante del atasco pero en realidad si el agua no fluye correctamente lo que hay que revisar son las tuberías de la casa y hasta de la colonia.

Los restaurantes que recomiendan colocar los papeles en el cesto en vez de en el inodoro cometen una gran falta pues el criadero de bacterias no puede cohabitar con la preparación de alimentos así que no hagas caso a estos anuncios e incluso evita, por salud, esos sitios.

Cada año en México se consumen más de 200 toneladas de papel higiénico ¿te imaginas en qué acolchonada megaciudad pueden convertirse para que los bichos vivan felices y vayan de mano en mano? Sin duda el sueño de cualquier bacteria.